Tratamos el agua y contribuimos con el ambiente

La Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) es un excelente ejemplo de cómo la responsabilidad social corporativa puede generar beneficios sociales, económicos y ambientales de largo plazo, ya que antes de administrar y operar la planta, el municipio desechaba el agua que utilizaba en el río Atoyac, generando contaminación y daño al entorno.

Cuando comenzamos a planear la construcción de la unidad minera San José, el abastecimiento de agua para la operación subterránea representaba un reto, ya que la mina está ubicada en una región semiárida que sufre de una larga historia de escasez de agua.

Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, Ocotlán de Morelos.

La compañía reconoció que el abastecimiento de agua de los pozos de agua tradicionales, o el río Atoyac, no era una opción sostenible, así que en 2008, identificó una fuente de agua alternativa:  la PTAR de Ocotlán de Morelos, ubicada a 15.8 kilómetros de la mina.

La PTAR, propiedad del ayuntamiento, estaba deteriorada debido a la falta de inversión y mantenimiento, causando graves problemas ambientales y de salud pública en la comunidad; estaba abandonada y era inoperante, así que canalizaba las aguas residuales sin tratar al río Atoyac, contaminando el acuífero. Emitía olores insoportables y ruidos excesivos y sirvió como fuente de moscas, roedores y bacterias que causan enfermedades.

En enero de 2010, firmamos un acuerdo por 15 años con el Municipio de Ocotlán para renovar y operar la PTAR, en un esquema de comodato, a cambio de utilizar el agua tratada para usarla en la unidad minera San José. Invertimos en la reconfiguración y modernización de la planta y en octubre de 2010 reinició operaciones.

La PTAR abastece a la unidad minera San José un porcentaje del agua que necesita y el resto lo obtiene del agua de lluvia que recolecta mediante un sistema de canales.

Actualmente la PTAR sirve como una fuente de empleo, contribuye a mejorar el paisaje,  evita inundaciones y daños a los afluentes. Asimismo, recibe visitas de alumnos que estudian ese caso de éxito que genera beneficios ambientales, sanitarios y sociales.

Las aguas residuales están totalmente contenidas y tratadas, de acuerdo con las normas internacionales. La planta ya no contamina el medio ambiente y ya no existen los peligros para la salud causados ​​por la contaminación de las aguas residuales.

Compañía Minera Cuzcatlán trabaja en colaboración con las comunidades para crear un ambiente sostenible, más limpio y más saludable.

Monitoreamos las aguas superficiales y subterráneas de nuestro entorno

Para cumplir con las normas ambientales y contribuir con el cuidado del agua, Compañía Minera Cuzcatlán realiza monitoreos de la calidad de aguas superficiales y subterráneas del área de influencia de la mina San José del Progreso, ubicada en esta localidad.

La unidad minera San José no utiliza agua de ninguno de los afluentes para satisfacer sus requerimientos ni vierte aguas residuales, porque en su operación utiliza un ciclo cerrado de cero descargas, pero realiza mediciones cada seis meses de la calidad del líquido en las zonas aledañas, conforme lo establece la norma ambiental NOM-001-SEMARNAT-1996.

Monitoreamos las aguas superficiales y subterráneas

La medición de 24 parámetros como temperatura, pH, metales y elementos orgánicos en el arroyo El Coyote y la presa Del Bayito conocida como presa San José se realiza cada seis meses, pero a partir del segundo semestre de 2019 los practicará cada tres meses para garantizar el cuidado de esas masas de agua.

Cabe mencionar que el último estudio, realizado en enero de este año en la presa de San José, estableció que todos los parámetros cumplían con la norma ambiental.

La presa se ubica al suroeste de la unidad minera San José, a 1.5 kilómetros aproximadamente (en línea recta) y la hidrología de la zona fluye en sentido contrario a dicha presa. Además, hay una elevación entre la operación y la presa de San José a mil 600 metros sobre el nivel del mar, por lo tanto no existe ninguna posibilidad de que haya escurrimientos o contacto de la operación de la unidad minera San José con esa estructura hidráulica.